Mira   Es más la vida que este crecimiento  insensible del vientre.  Dame la mano. Mira, allí la costra de un líquen dorado sobre la piedra, allí la masa impura  de gelatina roja que crece en la madera,  la danza de infusorios en el fondo del charco, todas esas microscópicas campanas de cristal,  allí el alga de verdes espirales,  la esponja laberinto  que refleja la plata de los peces.  La vida es mucho más que este comercio  salobre entre tú y yo  a través de un oculto  arrecife de sangre.  Dame la mano. Ven.   Los seres nadan,  acechan, brillan, crecen, se suceden.  Ves,  no era la vida la que nos unía,  sino esta extraña posibilidad  de la mirada,  esta virtud de espejo  que se advierte en lo externo.    Tu silencio  Tu silencio es tan rojo como el antro de sangre en el que habitas. Vives dentro de mí un existir callado  que se anuncia tan solo a través de la danza  de tus brazos y piernas diminutos  contra mi vientre, que es tu límite.  Tanteas.  Exploras ciego dentro de mi c...