La Fiebre

La Fiebre 

Por Jaime Barrios Nassi

2 julio 2020


Esta vez el cuento no es sobre la “fiebre” que la Real Academia de la lengua, y nosotros los médicos definimos como: “elevación de la temperatura corporal asociada a enfermedades infecciosas”, es sobre la otra acepción de esta palabra, que viene de latín “febris”, y que es “una viva y ardorosa agitación” producida por una causa moral.


La definición “viva y ardorosa” es de un lenguaje bien poético pero poco objetivo, y es que nuestra vida tiene mucho más de “subjetiva”, este tipo de fiebre, que también le llaman algunos “calenturas”, “afiebramientos”, tiene que ver entonces con algo que nos gusta tanto y en que nos enfocamos vehementemente, algunos asumen que es como la fiebre “patológica”, “médica” , una fiebre que puede llevarnos a convulsionar o morir, o que es episódica o por corto tiempo, pero algunos las tenemos por largo tiempo y a veces esperamos que por toda la vida.


La fiebre de que hablamos ahora es la histórica fiebre de los tulipanes, la encontré tratando de buscar una película romántica emocionante, entonces me topé en “netflix” con esta producción “maldita”, dirigida por Justin Chadwick y protagonizada por la ganadora del Óscar  Alicia Vikander, basada en la novela histórica de la británica Deborah Moggach, es denominada “maldita” porque tuvo muchos problemas para su realización y distribución, con cambios de actores, directores y escenas (eróticas).


La fiebre de los tulipanes floreció en Holanda, en el siglo XVII, en donde en vez de burbuja inmobiliaria, se presentó una burbuja de tulipanes, es decir los ricos y arriesgados de ese momento invirtieron sus “florines”

en tulipanes, esta flor fue traída de oriente, de “Kazajistán”, y rápidamente estuvo a la moda; como los “cubre bocas” en estos momentos, bueno más bien como los “iPhones”, una especie de estatus elevado para el que los luciera, sobre todo si se tiene modelos especiales. Allá pasaba lo mismo; el tulipán es de un solo color , pero si salía manchado o “veteado”, su precio se exageraba , llegando a valer más que mil salarios mínimos de ese entonces, y hasta se le colocaba un nombre, como “Semper Augustus” o “el virrey”.


El negocio era comprar el lote de cultivo de estas flores sin aún florecer en papel, adquiría la posibilidad de que floreciera dicha planta, y este se revendía hasta el momento de florecimiento y su extracción, estos tulipanes eran solicitados por las cortes más lujosas de los diferentes reinos, como las orquídeas de ahora.


El mecanismo de crecimiento de tulipán depende de la semilla y de bulbo (cebolla), pero es más importante la cebolla, ya que es la que mantiene el clon de la flor manchada, mientras que la semilla sólo reproduce la flor original monocromática. Esta burbuja se reventó en 1637 cuando el borracho “Chon” se comió el bulbo de la cebolla más costosa de ese momento, confundiendola con una cebolla comestible, los compradores reaccionaron con pánico, no comprando más, lo que desplomó la inversión (activos tóxicos), dejando en la ruina los que habían confiado en la rentabilidad del negocio.


En la película veladamente se contrasta con la inversión en arte (pinturas), que es una inversión que ha perdurado y mantenido su rentabilidad hasta nuestros tiempos. Y hablando de vinos en el documental “Sour Grapes” se expone esta misma realidad, cómo se inflan los valores de una botella de vino, que probablemente va a saber a vinagre o es falsa. Quien diga que la revisión de la historia no nos enseña o no es un recurso práctico que gaste en ropa “de marca”.


PD: Para concluir, la historia romántica refleja mucho la fiebre de la protagonista, véanla jajaa.


Si quieres leer más sobre este tema puedes leer también


  • Dash, Mike (1999). Tulipomania, The Story of the World's Most Coveted Flower and the Extraordinary Passions It Aroused. ISBN 0-575-06723-3

  • Garber, Peter M. (1989). «Tulipmania», The Journal of Political Economy, 97. pp. 535-560

  • Garber, Peter M. (2000). Famous First Bubbles, The Fundamentals of Early Manias, Cambridge, MA, MIT Press.

  • Goldgar, Anne (2007). Tulipmania, Money, Honor, and Knowledge in the Dutch Golden Age, Chicago, IL, University of Chicago Press.

  • «The Tulip Mania» (abril de 1876). Harper's New Monthly Magazine, vol. LII, No. CCCXL.

  • Kindleberger, Charles P. (2000). Manias, Panics, and Crashes, A History of Financial Crises. ISBN 978-0-471-38945-3

  • Mackay, Charles (1852). Memoirs of Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds (2.ª edición).

  • Pavord, Anna (2004). The Tulip. ISBN 0-7475-7190-2.

  • Pollan, Michael (2001). The Botany of Desire. ISBN 0-375-76039-3.

  • https://es.m.wikipedia.org/wiki/Tulipoman%C3%ADa




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