Reseña de “Freud para principiantes”

Reseña de “Freud para principiantes”.

Por JAIME BARRIOS NASSI 2020

Acabo de leer este libro, de una serie “para principiantes”. Estos tipos de libros son valiosos, ya que si uno busca una aproximación a un conocimiento son muy útiles, encontrando que tienen mucho extracto de información clave, una especie de resumen que todo estudiante que va a realizar el examen quiere conocer, claro serían mejor “los papiros” que son las preguntas y respuestas que presumiblemente van a salir en el examen. 

De toda esta serie de libros sobre pensadores y filósofos escogí al de Sigismund Schlomo Freud, “Sigi”, cómo le decían de cariño,  los autores son el canadiense y experto en arte Richard Appignanesi y el ilustrador argentino Óscar Zárate. Resaltando eso si que este es un libro donde las caricaturas son muy importantes,  son otras forma divertida de enseñar.

La obra sorprende por su gran profundidad de conocimientos, si pensaban buscar algo “light”, para nada, pienso qué hay que releer mucho si estás interesado mucho en el tema y recomendaría comenzar con el glosario final que es cómo el resumen de todas las teorías.

Tengo que advertir que como médico había recibido y leído muchas de sus teorías y conocido algo de su vida, pero uno siempre aprende leyendo, o desarrolla conceptos que no había prestado atención, pero la motivación importante fue estar mirando una serie en Netflix llamada Freud, es una serie con una visión distópica y fantasiosa, para muchos de fuerte contenido sexual, pero se le aplaude a los libretistas captar el espíritu de este creador del psicoanálisis e interpretación de los sueños. Lo que transmite de forma sesgada y fantasiosa la serie son los trabajos y publicaciones de Freud; la lucha revolucionaria, el inconsciente, la moral, el hipnotismo, la histeria, el suicidio, las perversiones, regresiones, drogadicción, esto y mucho más.

El libro comienza hablando del nacimiento del judío Freud, en Freiberg Moravia (actualmente Príbor - República Checa) el 6 de mayo de 1856, y cómo este siendo el favorito de sus padres llega a ser doctor, en una época de constantes revoluciones, se instala en Viena que era la capital del imperio Austrohúngaro, se interesa por la neurofisiología, después inicia su práctica privada con dificultad y se interesa en los pacientes psiquiátricos, su profesor Meynert le ayuda, pero él le gustaba investigar y su propósito era descubrir una cura a las enfermedades mentales, por lo que experimentó con drogas, especialmente con la cocaína, en ese tiempo se experimentaban con todo tipo de medicamentos, y existía inclusive adictos en la rama médica a la morfina, recuerden que el Principio de los médicos es aliviar el dolor. 

La anécdota interesante que el a pesar de haber desarrollado el uso de este “anestésico antidepresivo” no fue su promulgador, un colega “Koller” le robó esta primicia, pero fue para bien ya que por la fuerte adicción que esta droga provoca no perdió la reputación, que perdió Koller.

De lo que más le marcó fue su pasantía en París con el Neurólogo Charcot, quien insistía que la histeria no era una enfermedad estructural ( el utero) sino funcional (hormonas) y a lo que Freud agregó de origen psicológico. Cuando propuso esto no fue aceptado sino rechazado por el gremio, ya que además de ser judio lo veía como defensor de la medicina “francesa” no “Germana”.

Breuer, un amigo Neurologo, le dio la luz, contándole el caso de su paciente Anna, que realmente era la famosa “Bertha Pappenheim”, y que se curó verbalizando, o sea hablando y recordando traumas psicológicos, otra cosa importante que se destacó en el caso fue el acoso sexual que fue objeto el Neurologo por parte de “Anna”.

Este caso sirvió para que Freud escribiera el libro “Estudios sobre la Histeria” , en donde enfatiza la importancia de los recuerdos traumáticos en la enfermedad y su curación a través de la verbalización y explicación de ellos.

Pero de lo que más marcaría las ideas de Freud sería la fuerte carga sexual en todos los traumas, lo que explicaría porqué las mujeres eran las que más se veían afectadas por estas enfermedades, es conocido que todavía las mujeres llevan el estigma de esa represión moral hacia la sexualidad.

Todavía más importante fue la concepción que estos traumas eran provocados desde la infancia, hasta ahora la infancia era considerado asexual, y de esta forma concibió las teorías de la fase oral (la manzana del paraíso), anal (prometeo), fálica (Edipo) y periodo de latencia.

Desarrollo el concepto de utilizar un diván, la asociación libre de ideas, los tratamientos eran especialmente útiles en el manejo de las neurosis ya que las psicosis son mucho más graves ya que el paciente pierde por completo el contacto con la realidad y el afecto.

Reviso casos psicológicos de la antigüedad y pudo llevar a cabo patrones, como el del complejo de Edipo (Edipo el rey… buscar en este blog).

El análisis de los sueños, fue otra de sus grandes terapias, es de anotar que estos métodos tienen importancia en la actualidad en nuestro óptimo desarrollo mental, en algún momento escribiré sobre estas técnicas.

Otro desarrollo y publicaciones tuvieron que ver con los símbolos sexuales, los “fálicos” y los “receptores”,

y su interpretación en la vida diaria; mecanismos de desplazamiento, subliminación.

El principal logro fue expresar el mecanismo del Inconsciente, aunque era conocido, nunca se le había dado el valor que este tiene, inclusive en la actualidad se sigue desarrollando la importancia del subconsciente, en este libro se resalta la importancia de esta tercera revolución. La primera revolución fue la de Copérnico, reconociendo que el sol y no la tierra era el centro de nuestro universo. La segunda la de Darwin quien describió la evolución.

Este inconsciente funcionaba almacenando todo lo que recibimos y se basa mucho en la teoría del placer, o sea que tendemos a hacer más conscientes las cosas que nos dan placer, para eso hablo del Pre consciente, lo consciente es la “razón”, de ahí vienen los olvidos “involuntarios”. Todo esto se describió en otro de sus múltiples libros: “Psicopatología de la vida cotidiana”.

También escribió sobre las perversiones y la homosexualidad, aduciendo que todos tenemos algo de esos rasgos, algo de “narcisos”, que ocultamos y reprimimos debido a concepciones sociales,culturales y morales, el llamaría a este control el “súper yo”, estas perversiones tienen que ver no con el contenido “natural” del sexo, que es el de procrear y mantener una descendencia sino por las pulsiones de placer - trauma que tiene la mente, y diferenciar lo genital de lo sexual, la importancia de la libido y la curiosidad sexual.

Dentro de lo que más me llamó a reflexión está la importancia del buen desarrollo en las primeras etapas de la vida, que marcarán de una u otra manera el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos, nunca habrá trauma “cero” e inclusive, no sabemos si esto es peor por aquello de la “resiliencia” pero definitivamente tratar bien a nuestros hijos, fomentar su autoestima, una disciplina basada en el amor y la explicación son fundamentales.

Otro de los conceptos es que a los neuróticos tienen inhibida la búsqueda del saber, son unos ignorantes penosamente estancados, debido a inhibiciones inconscientes, por eso hacen fijaciones y regresiones, repiten conductas erráticas y dolorosas.

Tuvo muchos seguidores, creando el movimiento psicoanalítico en donde destacó su amigo Carl Jung, con ellos también existieron conflictos sobre todo por lo enfocada que estaba su teoría con el componente sexual.

Al comienzo apoyó la Primera Guerra Mundial, pero después al ver la tragedia se opuso a las guerras, finalmente tuvo que emigrar a Londres ante la inminente dominación Nazi, muerte de varios de sus familiares y su persecución. Pero con toda esta tragedia desarrolló la teoría psicológica de la importancia del duelo, el trastorno de Introyección, la pulsión de la muerte, el mecanismo sublimacion. Sufrió de un cáncer oral por su hábito de fumar y murió finalmente en 1939.

Para finalizar quiero destacar lo que está ocurriendo en la actualidad con el caudillismo, pensar que un líder 

Político o religioso es el súper yo, brindando un apego libidinal, un peligroso “enamoramiento masivo”